Quienes somos? Que buscamos? Por qué padecemos? Qué disfrutamos? Hay muchas preguntas que podemos hacernos para intentar conocernos un poco más. Son preguntas que abren posibilidades, que nos invitan a cambiar de dirección o a percibir el estado en el que nos encontramos.

 

Muchas veces solo queremos encontrar las respuestas a esas interpelaciones. Pero, y si transformamos la pregunta en el objetivo principal? Las podemos imaginar como un punto del que salen muchas ramas, en distintas direcciones, todas abriendo puertas distintas, caminos distintos.  Expanden la posibilidad de autoconocimiento, la única forma, desde mi punto de vista, de poder hacer que algo cambie. Primero abrazando, comprendiendo eso que somos, que nos genera malestar, que nos hace dudar, que repetimos.

 

Este espacio es una invitación a buscar una manera diferente de conocernos, dejando de lado la rumiación, la quietud, el pensamiento como algo aislado de nuestro cuerpo, de nuestros sentimientos y sensaciones.